El fracaso

El fracaso es tan relativo como nosotros queramos verlo, un fracaso es una rendición personal hacia los objetivos que tenemos planteados, solamente fracasamos cuando nos rendimos y damos por imposible nuestros objetivos, así no tiene porque ser un fracaso real, pues puede fracasar teóricamente alguien que varía su objetivo y se plantea uno de menor envergadura o mas facil de lograr. Muy relativo como puede ser el ruido, así como el fracaso pueda ser personal, social o conjuntivo.

Metas sin rendición es lo que plantean estas palabras, variar objetivos solo temporalmente, sin perder de vista nuestras ideas y objetivos, no habíendo metas imposibles si no las que nosotros mismos así las demos, analizando que todo colmo y todo límite está exactamente en nosotros mismos o a veces, en el peso de nuestra cartera, pues muchos objetivos se solventan facilmente con dinero. De la misma manera analizamos el concepto de avaricia o riqueza, pues no es rico el que mucho tiene si no el que poco necesita, así confío que en las metas es de una forma muy parecida, pero creo que ser ambicioso en estas cuestiones nos hace competitivos y mucho mas eficaces de cara al día a día. Lo único malo que plantean estas actitudes es la confrontación con otras conciencias externas a la nuestras, así como envidias y opiniones contrarias, hemos de tener la cabeza fría e intentar actuar en la medida de lo posible evitando estas cosas, pues no suelen llevar a nada bueno, normalmente el que tiene muchos en contra le da igual cuando tiene la cartera llena, de esta manera enlazo esta con la idea anterior.

Fijemos objetivos, pero no los cambiemos, la mejor manera de no desanimarse es ir poniendo metas progresivas, mientras más alto apuntemos mas duro será llegar, pero si vamos fijando objetivos fáciles obtendremos antes la recompensa de sentirnos realizados por tener nuestro objetivo o meta cumplida.

Hay mucho que pensar con respecto a eso, lo importante es tenerlo en cuenta al fijarnos metas.