domingo, 21 de diciembre de 2008

Blanco, y a lo lejos se escucha un susurro.
Por dentro de mi, negro, tambien hay mucho ruido por dentro.
A mi lado, cerca, pero al otro lado de la pared, fuera, el calor del sol, el suspiro de un pajaro.
Debajo de mi, la tierra, el submundo que hace que la superficie sea algo mejor, ya que sin luz no habria oscuridad.
Cerca de mi, entre el exterior y el interior está la pared, materializarse en ella es imposible, se despedazarían las moléculas y se fundirían con ella, habría demasiada sangre para llegar a ser algo bello.
Dentro de mi, mi cabeza de nuevo, mi cerebro, un cúmulo de gorgoteos crugidos y sueños.
Mis ojos, expulsando miradas que se pierden en el infinito, donde hace siempre mucho frío, donde me escapo cuando mi cuerpo se siente atrapado en lo terrenal, el mejor sitio para perderse, donde liberarse y volverse cada vez, un poquito menos cuerdo sabiendo que la nada y el todo son siempre algo relativo, siempre en relación a lo que buscas atesorar, salvaguardando la nada que es relativamente todo.
Algo mas arriba, a la izquierda, nada, vacio, ruido y temperatura neutra, demasiado neutra para sentir algo, estar aqui es desesperante, no se si estoy respirando, es agobiante no sentir nada, solo una pálida luz gris que todo lo envuelve, donde flotar no es si no un privilegio siempre que de ello se pueda ser consciente.
Ser inmortal o infinito en el impulso inagotable de extrema existencia, magnificando cada instante y sensación viendo lo impalpable de ilimitada belleza en cada detalle y cada arista de cada sensación.
De mi a mi infinito, hay un mundo, de mi cabeza a la luna, apenas dos centimetros, de mi existencia chapada en alabastro apenas se sabe ni se supo, sonidos y sensaciones, que me acompañarán en todo momento, o quizá llegue un momento que me abandonen sin darme cuenta, no tener miedo a la muerte no es si no llegar a comprender que lo inexorable de la vida no se puede contrariar.
Dandome respiros entre susurros del viento, el frío de la azul noche plateada, viendo mi respiración y calado hasta los huesos, llamalo vida, llamalo calma, llamalo como quieras, solo hay que darle sentido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya echaba de menos leerte.
Un beso artista.
Y Felices Fiestas!