miércoles, 31 de diciembre de 2008

Para ti (al borde del frío infinito)

Dando motor a mis engranajes.

No soy si no un mero recuerdo que apenas he sentido existir.
El resquicio de lo que un día fue, trasnformandose en insustancial.
En el momento que desaparezca esta palabra, dejaré de existir, una vez desaparecemos lo único que da fe de que existimos, son pequeños gestos y pequeñas pruebas que hayamos podido dejar de nuestras vivencias, incluso a veces ni los descendientes nos recuerdan.

Soy el pasado y el presente, dentro de poco seré futuro, de cualquier manera intentaré existir de forma superlativa dejando predicativamente de lado cualquier inercia que me impulse a desaparecer, aunque llegue un momento donde la única esperanza que se alberga sea la del vacío, antes que el vacío mejor el infinito.

Al borde del ultimo abismo del último camino recorrido se esconde la última esperanza de la última alborada, amanece, hoy para mi, mañana no. Si pudiera medir de forma cuantitativa lo siniestro de este brillo, no existirían palabras para darle sentido.

Ahora llega el momento de hacer revista y reflexión, cuanto mas he podido mejorar? ha tenido algo de bueno, todo lo malo, es la experiencia que transforma a jóvenes en ancianos y a los ancianos en la excelencia.

Tengo un sentido para darle a este infinito y vertiginoso giro, siempre que antes de que se acaben los segundos consiga imaginar una sonrisa, como el leve resquicio de lo que un día fui, como la pequeña partícula que un día fui, para ti.

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