domingo, 21 de septiembre de 2008

La pena que me consuela II

Como el infinito baile trascendental que posa a los astros en sus delicadas orbitas, como la brusca tormenta de finales de verano...
La lluvia de almas que se van a destrozar al contacto con el suelo para volver al poco de nuevo al ciclo que acabará dandoles forma de nuevo.
Cuando llegue el calor tomaré impulso de nuevo hasta mi celestial morada para coger carrera, esperando el momento para caer de cabeza lo mas fuerte posible, para reventar y salpicar todo mi alrededor, para volver a subir, para volver a bajar, para volver a sentir y mi nube dejar.
Sea breve el descanso, sea breve la calma sea pronta la prisa sea llana la brisa.

No hay comentarios: